Esta noche me desvelaré por culpa de tu cuerpo,
para escurrir mí aliento entre las sábanas.
Y cuando esté cerca,
sembraré en cada poro un almendro y tres ciruelos.
Para que llegado el día me sientas dentro…
Y así cada noche,
hasta que logrés contemplarte en el fondo de mi silencio.
domingo, 7 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario