jueves, 21 de junio de 2007

Relatería Oaxaqueña

HISTÓRIA. La siguiente secuencialidad de textos, es un trabajo que realizó el autor de los mismos en una cantina de dudoso haber (el tugurio no tenía nombre, llamémosla así: la Cantina sin Nombre). Fue en la ciudad de Oaxaca, donde el 20 de Mayo del presente año, terminó bebiendo cerveza negra y unos tragos de mezcal, habiendo resultado lo que aquí se les presenta.


PERRA. Abre la puerta y camina hasta la barra. Le pregunta al cantinero dónde está. Él no sabe y se lo jura por su Madre. Ella, desesperada e incrédula, recorre la cantina entera nomás con la mirada. Mueve los ojos con impertinencia y tras el fallo de su búsqueda, suelta en llanto.
Eusebio, el despachador de cervezas, la toma del hombro y le dice:
- Lucrecia, pa´ qué lo buscas aquí, si hace un mes que te dejó para irse con la Josefina.

CERVEZA. La cerveza me relaja con la suavidad de un beso y con la furia del sexo. Es casi invisible su efecto (tan promiscuo que me aturde de a momento). Entiendo los espacios y los colores, en cantinas lúgubres y melancólicas, donde no habita mayor ruido que el del domingo…ese silencio ensordecedor que consume trago a trago la intención del momento; del acto propio de navegar sin alas, en barcos anchos y espesos como éste.

CANTINERA. ¿De qué madera están hechas las mesas de cantinas como ésta? Debe ser del árbol más fuerte o del más joven y aguantador, para soportar en cuatro patas la soledad de un borracho o el desamor del mundo entero, que sirve copa a copa, aquella mujer.


3 comentarios:

Merlina Amareto dijo...

Me gusta cómo suena perra. Si lo pronuncio, arrastro la erre con más fuerza que de costumbre. Dentro de este relato me suena hasta musical.Me siento encantinada y encandilada. Candileja. Qué bueno que las mesas de algunas cantinas sean fuertes, yo sé de varias que se rompen y das con todo y jeta y nostalgias en el piso.

Antonio Mundaca dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Antonio Mundaca dijo...

desde las cantinas se conoce el mundo mister, narrativa o poesía que importe un carajo como poesía misma, quizás como escritura, como testimonio-objeto, tal vez aqui como alguna vez los platicamos todo se reduzca al principio de los escribas y sea un poco como el infrarrealismo de Bolaño:

La cordura y la sensatez destruyen la imaginación del ser humano y lo reducen a un plano objetual en el que permanece cotidianamente reproduciendo una vida miserable; el individuo es aplastado por su propia impotencia y conformismo para hacer nada:

—los hambrientos dejan pasar el pan frente a sus narices;

—los artistas piensan que el arte se termina cuando los publican o exponen sus obras;

—los amantes se niegan a aventurarse buscando nuevas respuestas al amor;

—los “pensadores” se dedican todo el tiempo a buscar epítetos con los cuales denigrarar sus detractores